El partido no podía empezar peor para los intereses del Oleoinnova Mengíbar, que pese a tener el control del juego, volvía a ver como el equipo rival se ponía por delante en un saque de banda.
Lo intentó por activa y por pasiva, pero por mucho que empujaba no llegaba con claridad a los dominios de Nono, y en una salida de Gonzalo robo de balón y el disparo lejano es desviado por el portero tocándola con la mano fuera del área, lo que supuso la expulsión. Con uno más en pista, ampliaron la ventaja.
Luchaba contra viento y marea un equipo rojillo que no dejó de creer en ningún momento, y fruto de ello, recortaba distancias Enrique con un gol que puso en boca de portería Vacas después de una gran jugada personal.
El partido, tuvo un punto de inflexión a falta de 5 segundos, donde Catiti cargó por detrás contra Tortu cuando intentaba controlar el balón. La falta es de esas que no se puede dejar sin pitar, pero a Catiti no le pitaron ni una en la primera mitad, y eso que hizo unas pocas. Pero esta fue ya de traca.
No contento con eso el señor colegiado, camino de los vestuarios ve a Tortu hablar con Catiti, y le sacó la segunda amarilla, dejando al conjunto rojillo sin uno de sus buques insignias.
La segunda parte fue un monólogo local, pero donde el acierto no estuvo de su lado. Hasta 4 disparos al palo de la portería defendida por Nono. Además Bujalance tiraba de experiencia para parar el juego, y en una de ellas Catiti en el suelo, fue Ureña a estirarle el gemelo, y le arreó una patada con la otra pierna desde el suelo. No señalaron nada, era Catiti. El mismo que robó un balón, marcó un gol y se corrió toda la pista para deslizarse ante el banquillo visitante. Era el 1-4, el cual Puerma se encargaría de neutralizar en la siguiente jugada. No habría tiempo para más y el marcador acabaría con un 2-4 final.