Desde la llegada de Alberto García Rascón al equipo rojillo en la temporada 2015-16, el linarense se ha convertido en un pilar indispensable del equipo, además de uno de los jugadores más queridos y admirados por la afición.
Tras un final de temporada en que tuvo que dejar de competir por cuestiones laborales, Tortu vuelve al equipo para darlo todo como siempre ha hecho. Este último sprint de la temporada además le tocó sufrir desde la grada, como al que más.
Poco podemos añadir que no se sepa: un seguro de vida atrás con una gran pegada de balón, un portento físico, una colocación inmejorable, y una garra muy por encima de la media, lo convierten sin duda en uno de los buques insignia de este equipo.
En palabras del propio jugador: Como no podía ser de otra manera, tras un año increíble con la vuelta del equipo a donde se merece estar, tenía que continuar un año más para ayudar al equipo, mucho más de lo que lo pude hacer en el último tramo de la temporada debido al tema de mi oposición. Intentaré aportar mi granito de arena para conseguir nuestros objetivos. ¡Vamos Mengíbar! 💪💪💪
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